
Te veo, a pesar del tiempo que ha pasado, todo comienza como un encuentro casual, casi rutinario, primeramente un vaso de algo y una conversación sobre los últimos acontecimientos de la cotidianeidad que nos rodea en nuestros universos por separado. Pero, en el fondo ambos sabemos lo que se aproxima y a que punto queremos llegar, esa palabra que ambos solíamos evitar esa que desnuda completamente y deja marcas por toda la piel, eso que nos une y que por instantes nos convierte en una sola persona, intentamos mantenernos en nuestros lugares, pero de a poco me voy embriagando con tu aroma que extrañaba tanto y eso que es deseo y voluntad se convierte en un instinto animal y términamos envueltos en el cuerpo del otro, sintiendo como otra piel, ajena a la nuestra, se incrusta en nuestros poros… Comenzando por un beso, un beso en la boca, boca sinónimo de devaneo, fantasma que asechaba en cada rincón y que finalmente se sitúa ante mis ojos, boca deseadaimaginadaysediantadelotro, labios que no se cansan de besar porque han esperado tanto para hacerlo que jamás buscan parar, un abrazo que deja sin respiración de tanta fuerza presente pero que aún así, no alcanzn la presión deseada. Manos que comienzan a desnudar, para dejar descubierta esa silueta que no se a recorrido en lo que han parecido siglos. Tus dedos que juegan sobre mi cuerpo así como niños en un campo abierto y mis manos que dibujan sobre tí esa silueta que no han podido olvidar, a ratos, nuestras manos se encuentran para entrelazarse y no despegarse, en este instante cualquier roce, por mínimo que sea, se convierte en un hecho con un enorme significado, dentro de las ansias que nos producen las distancias cualquier indicio de poder acercarme a tí, no tiene ponderación… tus labios comienzan a bajar por mi cuello, y ambos notamos mi cambio de pulso y la forma en que comienza a acelerarse mi respiración, hasta tal punto que decido besarte yo de nuevo, pero esta vez, me inclino hacia tu pecho, y comienzo a bajar por tu vientre de la forma en que tú lo hiciste ya conmigo, ahora eres tú el que tiene dificultades para respirar, pero aun así te aguantas, se que te gusta bastante, y sigo, pues a mi también me agrada demasiado, y es que en ese momento no hay nada que desee mas que besarte… de repente sintiendo tus manos recorriendo mi espalda, decido subir otra vez para encontrarme con tus labios, malditos que me embrujan creando adicción, este beso es distinto, pues estoy hipnotizada con tus ojos, y al parecer tu no puedes despegar tus pupilas de los míos, esa red cafeosucra me atrapa y no me deja salir, ja! como si quisiera salir de ellos, como si alguna vez hubiera intentado escapar de tí, mientras nos miramos de poco comienzas a entrar, sin despegar nuestros ojos el placer comienza a aflorar, mientras nos miramos fijamente el tiempo, al parecer, se paraliza, se detiene y todo lo que alguna vez nos rodeó, desaparece, quedando solos tu y yo, tu cuerpo como cárcel, celda que espero jamás me deje huir. Ahora estamos en un estado animal, el placer máximo se asoma y tanto nuestra respiración como nuestros pulsos se aceleran de tal forma que siento que vamos a explotar: Mientras estas dentro de mi, tu lengua recorre el camino desde mi frente hasta mi pecho, mientras yo saboreo tus hombros, tus mejillas y cuando nuestras bocas se encuentran se abrasan con bravura, nuestras lenguas entran en la batalla, dejándose ganar entre si, para que, de cuando en vez, una entre en el reino de la otra… Sentir el halo de tu aliento justo al costado de mi respiración es completamente invaluable, y es ahí cuando busco de nuevo tus ojos, que me miran, fijos en los míos, con pasión, deseo, y algo de culpa… sostengo tu rostro entre mis palmas, mientras te abrazo con mis piernas, recuerdo la primera vez que me miraste con esos ojos y me doy cuenta de que nada ha cambiado, que aun estoy dispuesta a entregar todo lo que poseo a cambio de un eterno segundo contigo, que no importa nada más, solo que sigamos existiendo los dos. Te beso con más deseo que el anterior mientras incrusto mis dedos en tu nuca para no dejar de besarte jamás, cierro los ojos mientras te beso y comienzo a memorizar cada línea que define tu rostro entre mis manos, para luego seguir con tu espalda, tus hombros y tu vientre, y por primera vez en mucho tiempo, mas bien desde el último encuentro me siento completa, porque ahora se hizo presente eso que me faltaba, ahora te tengo a ti, pero se que solo debo esperar la señal que me diga que, por motivos que ninguno puede manejar, debo partir y así desvanecerme en mi propia reverencia. Con tu aroma impregnado en cada cabello y cada poro de mi piel como única evidencia de que esto, que llevo dentro, es real y que tu continuas bajo mi piel. Esperando ansiosa el próximo encuentro, sabiendo que no se realizará hasta lo que parecerán siglos después. Sabiendo que no importa cuando deba esperar, pues lo haré.
Melody...
Melody...
No hay comentarios:
Publicar un comentario