lunes, 29 de marzo de 2010

Pasaré mi pincel por el lienzo de tu cuerpo y marcaré mis iniciales en tu pecho para asegurarme un lugar en tus memorias.

Melody.-

domingo, 28 de marzo de 2010

yo extraño el roce de tus dedos, y el calor de tu boca cuando recorre cada rincón de mi cuerpo, tengo pasión, estoy al borde de explotar. En mis sueños mis secretos gritan, disfrazan personajes
que no calman mi fuero interno.

Patricia

sábado, 27 de marzo de 2010


Yo quiero toda la rabia de tus nudillos




Patricia

jueves, 25 de marzo de 2010

El halo de tu término


Esperado, esperando, llegará... llegó, golpeó y dolió como una brisa de vidrios punzante rozando tu cuerpo completamente desnudo, dejándote como un cubo de hielo. Aguahielo tan frágil, tan delgado que con el menor tacto de un índice empuñado se derrite, se deshace y se transforma.
El final atacó, tacitamente el término se dictó y sin testigos, sin un verdugo que ejecutara la sentencia, fue exhalado el último suspiro voluntario de la víctima.

Melody.-

lunes, 15 de marzo de 2010

SinFundamento


Ya pasó media noche es, oficialmente, sábado. De nuevo el cielo está cubierto de azul, de nuevo estoy sola en mi departamento.
Es Julio, pleno invierno y hace frío, podría estar divirtiéndome con amigos, celebrando el fin de la semana laboral cómo cualquier viernes después del trabajo, sin embargo, me fumo mis treintaytantos en compañía de un café cargado sentada en mi balcón con vista al parque forestal.
Mientras recordaba como eran las cosas antes de que mis amigos se casaran o tuvieran hijos suena mi celular. Me llaman de un número desconocido, teléfono público, y como la curiosidad mató al gato, yo contesté el celular.
Un "Aló" cumplió la función fática de esta conversión.
Esa voz me resultó extrañamente familiar, pero, aún así no fui capas de reconocer al hablante.
_Aló, ¿Quien habla?_ dije.
_Soy yo, Daniel_ dijo él.
Al oír ese nombre mi pulso acelera de forma considerable. Daniel es el único hombre del que, alguna vez, me enamoré. Fue mi profesor en el colegio y, en ese entonces, tenía familia establecida, pero, a pesar de eso mantuvimos una aventura que duró años, de hecho, nunca acabó como tal, ya que, cada vez nos veíamos con menos frecuencia, pero, nos seguíamos encontrando.
Al principio nos veíamos bastante seguido, después, no tanto y luego un encuentro anual, después cada dos años etc. el punto es que siempre que nos veíamos volvíamos a caer en las redes del otro y, así mismo, cada encuentro era el último, en teoría.
Habían pasado seis años desde el último encuentro, en ese entonces el ya se había separado, porque, su hijo había crecido y entendía mejor las cosas, notando así que la relación entre sus padres no tenía sentido alguno. Y yo estaba a días de irme a vivir con mi, en ese entonces pareja, relación que solo duró dos años a partir de ese día.
_Necesito de tu asilo_ dijo el_ necesito verte hoy, ahora, por favor, quiero hablarte_dijo.
Su voz sonaba desesperada, jamás había hablado de ese modo.
_¿Qué te pasa?_ pregunté
_Por favor, ven_ respondió
_Pero, es muy tarde, ¿Te pasó algo?_ vuelvo a preguntar, pensando en algún accidente había ocurrido.
_ Ven, quiero hablarte, sigo viviendo en el mismo lugar_ cortó.
Nunca había hablado así, la verdad me asustó un poco, pero, ya era tarde y no quería tomar un taxi hasta Ñuñoa, así que decidí irme a la cama a dormir, pero no fui capas de conciliar sueño alguno, la preocupación y ansiedad me tuvieron en vigilia hasta que decidí levantarme nuevamente e ir hasta su puerta.
Siempre era lo mismo, jamás he sido capas de decirle que no, y es que es tal su importancia en mi vida que siento que no sería capas de vivir sin él, de hecho, no estaba dispuesta a hacerlo, hubo un par de ocasiones en que creí que él me había echado al olvido y estuve cerca de quitarme la vida, pero, siempre llegó justo en el momento para hacerme cambiar de opinión y hacerme saber que aún me quería. Jamás diría todo esto en voz alta, pero en el fondo la razón por la cual nunca había mantenido una relación estable, la razón por la cual siempre abandono a mis parejas, la razón por la cual aún sigo soltera y sin hijos es porque aún lo esperaba, esperaba una esperanza falsa, completamente falsa, puesto que él jamás me aceptaría, ni a mi ni a nadie, él es un hombre de la vida no está hecho para pertenecerle a una mujer, me dolía, me dolía en lo más profundo de mi ser, pero no se lo reprocharía, él es así.
A las 2.45 am. tomé el taxi que me dejaría en su puerta a las 3.00 am, en el camino recordé sus palabras "necesito de tu asilo" asilo... esa palabra la usaba solo cuando estaba devastado. Nuestra relación no solo se basaba en sexo, también en una especie de protección de refugio, yo me sentía protegida por su experiencia y él se refugiaba en mi inocencia. Este hecho acentúa mi ansiedad y preocupación, algo no anda bien.
Me bajé del taxi y subí las escaleras de dos en dos, para tocar su puerta, pero no había respuesta, creí que podría estar durmiendo o quizá ya había salido, así que lo llamé a su celular, tampoco había respuesta. Frustrada me apoyé en la puerta y miré el suelo, un objeto llamó mi atención, una llave, Daniel tenía algo entre manos y yo averiguaría que era.
Abrí la puerta del departamento no me sorprendió el hecho de que la llave funcionara, prendí la luz y lo que vi, vi lo que nunca me hubiera gustado ver, la escena más horrorosa de mi vida, Daniel yacía sobre la alfombra del living, recostado sobre una enorme mancha roja y junto a su cuerpo inerte un cuchillo de fachada amenazadora, grité de horror, pidiendo ayuda y me acerqué al cuerpo. Daniel se había cortado las muñecas y el cuello, pero, seguía con vida. Llamé a la ambulancia mientras una vecina se comunicaba con su hijo, Tomás. Tomás, que vivía a unas cuadras de Daniel llego de inmediato, intercambiamos números de celular y él fue quién se fue en la ambulancia con Daniel, yo llamaría un taxi y nos encontraríamos allá.
Antes de irme decidí recoger las cosas que estaban en el suelo y ordenar un poco, para que, cuando Daniel llegara, no estuviera todo desordenado. Recogí el cuchillo y lo dejé en el lava lozas, recogiendo un montón de papeles, me di cuenta de que dos eran unos mail que yo le había enviado años atrás, impactada me senté en el comedor y ahí vi un sobre con mi nombre, lo abrí y leí la nota.
"Amanda, te pedí que vinieras hoy, porque quería delcararme, necesitaba decirte que a pesar del tiempo, nada ha cambiado, quería que supieras que siempre me dolió verte con otros y que yo quería ser tu hombre, quería intentar tener algo contigo, ya estaba harto de encuentros casuales, te quería conmigo, a pesar de haberte dicho que yo no soy para ti.
Te esfumaste, no apareciste, decidiste no venir. Me di cuenta de que yo solo vivía en el pasado, que tú ya maduraste y que no quieres seguir perdiéndote con un viejo imbécil. Siempre te dije que tú te cansarías de mi y es natural, fui estúpido al pensar que me esperarías, te entiendo y te sigo amando, pero no estoy dispuesto a vivir sin ti"
Aún en shok, mi cerebro trabajaba a mil por hora, no podía entender cómo él nunca fue capas de creerme cuando le decía todo lo que sentía, como me negó tantas veces sus sentimientos, esa rabia era asfixiante. Pero, no importa él se pondría bien, lo presentía, todo saldría bien y le haría saber todo eso que siempre creí que no diría en voz alta, lo intentaríamos.
Voy a la cocina por un vaso de agua antes de partir a la clínica, tenía ansias de verlo y de estar ahí cuando el abriera sus ojos, ojos que siempre me han cautivado de una manera exagerada. en el camino suena mi celular, es Tomás, me apené creí que no había estado ahí para ver su rostro al despertar...
Caminé hacia la cocina con mi celular en el oído, tenía la seguridad de que había algo que debía escuchar, pero no oía nada. Me apoyé en el lava lozas con los ojos cerrados intentando concentrarme para no desvanecerme de la impresión, pero, no lo logro, así que, abrí mis ojos por última vez y vi un cuchillo_ ¿Qué hacía ahí?_ era muy grande de una fachada tan llamativa, llamaba a mi carne, como una madre que quiere abrazar a su hijo, ¿Qué se lo impide?...
_...lo siento, intentaron de todo, pero, no hubo caso._ dijo Tomás y un liquido rojo corría por mi mano manchando todo a su paso, incluyendo el celular, cuando bajé la mano, porteriormente este cayó al suelo en una poza de sangre.




Melody.-

viernes, 12 de marzo de 2010

Los jóvenes se sientan primero


Como cualquier estudiante voy a camino a casa en el metro de Santiago, mi escenario es la estación "la cisterna" en la línea 4A y, así mismo, cómo cualquier otro día simplemente me limito a esperar el tren, este día, que no fue el primero y tampoco el último en que la puerta de dicho tren paró frente a mi persona de modo que yo fui la primera en entrar para no congestionar el tránsito peatonal, haciendo pasar a las personas que se encontraban atrás mío primero, además debo decir que quería ahorrarme el tener que llevar a cabo esta nueva moda "animal" que al parecer indica que debemos empujarnos, pisotearnos y codearnos para poder entrar, no mentiré, a veces también lo hago, sobre todo en las mañanas, para poder llegar a la hora, pero, este no es el caso, ya que estaba muy cansada, así que, continuaré. Estaba esta señora, típica señora de aproximadamente 57 años una mujer que se puede sostener muy bien, pero, que espera que le den todas las facilidades como si fuera inválida. La verdad, yo y la mayoría de mis colegas preferimos no provocar escándalos, porque, vaya que a veces si que hacen escándalos, y simplemente "entregar el asiento". Yo no pretendía que este día fuera distinto a todos los demás.
Se abrió la puerta del tren, yo iba entrando y esta señora, que hace rato me miraba con desprecio, me intenta empujar, debido a la falta de respeto, porque, si bien yo soy la menor, ella no tiene porque agredirme si no he hecho nada, me mantengo firme haciéndole notar mi resistencia, luego me empieza a empujar junto con todos para poder avanzar, avanzo y esta señora, que al parecer mataría por un asiento en el metro, me empuja de nuevo y gracias a un trabajo neuronal sobre cargado en tiempo record, me doy cuenta de que si me dejo empujar caería sobre un asiento vacío, que se convertiría en mi trono de descanzo por las seis estaciones siguientes, así que esta vez me dejé empujar. Con los ojos llenos de furia mi contrincante me mira y luego corre, conciguió un puesto a dos asientos de distancia del mío, pero su marido, que hasta ese momento yo no había notado quedó de pie, sin hacer reclamos, se veia como un hombre bastante agradable, recuerdo que pensé "pobre hmbre, como aguanta a esta mujer", pero, no quise levantarme, solo para que su mujer no sintiera una rotunda victoria en este duelo. Dos minutos más tarde de ese agitado encuentro a empujones mi, al parecer, sentada pero derrotada, contrincante dice, a modo de que todos la escuchen, entre todos yo, "LOS JÓVENES DE HOY, SIEMPRE SE SIENTAN PRIMERO!!"
Melody.-

jueves, 11 de marzo de 2010

Un encuentro no casual


Te veo, a pesar del tiempo que ha pasado, todo comienza como un encuentro casual, casi rutinario, primeramente un vaso de algo y una conversación sobre los últimos acontecimientos de la cotidianeidad que nos rodea en nuestros universos por separado. Pero, en el fondo ambos sabemos lo que se aproxima y a que punto queremos llegar, esa palabra que ambos solíamos evitar esa que desnuda completamente y deja marcas por toda la piel, eso que nos une y que por instantes nos convierte en una sola persona, intentamos mantenernos en nuestros lugares, pero de a poco me voy embriagando con tu aroma que extrañaba tanto y eso que es deseo y voluntad se convierte en un instinto animal y términamos envueltos en el cuerpo del otro, sintiendo como otra piel, ajena a la nuestra, se incrusta en nuestros poros… Comenzando por un beso, un beso en la boca, boca sinónimo de devaneo, fantasma que asechaba en cada rincón y que finalmente se sitúa ante mis ojos, boca deseadaimaginadaysediantadelotro, labios que no se cansan de besar porque han esperado tanto para hacerlo que jamás buscan parar, un abrazo que deja sin respiración de tanta fuerza presente pero que aún así, no alcanzn la presión deseada. Manos que comienzan a desnudar, para dejar descubierta esa silueta que no se a recorrido en lo que han parecido siglos. Tus dedos que juegan sobre mi cuerpo así como niños en un campo abierto y mis manos que dibujan sobre tí esa silueta que no han podido olvidar, a ratos, nuestras manos se encuentran para entrelazarse y no despegarse, en este instante cualquier roce, por mínimo que sea, se convierte en un hecho con un enorme significado, dentro de las ansias que nos producen las distancias cualquier indicio de poder acercarme a tí, no tiene ponderación… tus labios comienzan a bajar por mi cuello, y ambos notamos mi cambio de pulso y la forma en que comienza a acelerarse mi respiración, hasta tal punto que decido besarte yo de nuevo, pero esta vez, me inclino hacia tu pecho, y comienzo a bajar por tu vientre de la forma en que tú lo hiciste ya conmigo, ahora eres tú el que tiene dificultades para respirar, pero aun así te aguantas, se que te gusta bastante, y sigo, pues a mi también me agrada demasiado, y es que en ese momento no hay nada que desee mas que besarte… de repente sintiendo tus manos recorriendo mi espalda, decido subir otra vez para encontrarme con tus labios, malditos que me embrujan creando adicción, este beso es distinto, pues estoy hipnotizada con tus ojos, y al parecer tu no puedes despegar tus pupilas de los míos, esa red cafeosucra me atrapa y no me deja salir, ja! como si quisiera salir de ellos, como si alguna vez hubiera intentado escapar de tí, mientras nos miramos de poco comienzas a entrar, sin despegar nuestros ojos el placer comienza a aflorar, mientras nos miramos fijamente el tiempo, al parecer, se paraliza, se detiene y todo lo que alguna vez nos rodeó, desaparece, quedando solos tu y yo, tu cuerpo como cárcel, celda que espero jamás me deje huir. Ahora estamos en un estado animal, el placer máximo se asoma y tanto nuestra respiración como nuestros pulsos se aceleran de tal forma que siento que vamos a explotar: Mientras estas dentro de mi, tu lengua recorre el camino desde mi frente hasta mi pecho, mientras yo saboreo tus hombros, tus mejillas y cuando nuestras bocas se encuentran se abrasan con bravura, nuestras lenguas entran en la batalla, dejándose ganar entre si, para que, de cuando en vez, una entre en el reino de la otra… Sentir el halo de tu aliento justo al costado de mi respiración es completamente invaluable, y es ahí cuando busco de nuevo tus ojos, que me miran, fijos en los míos, con pasión, deseo, y algo de culpa… sostengo tu rostro entre mis palmas, mientras te abrazo con mis piernas, recuerdo la primera vez que me miraste con esos ojos y me doy cuenta de que nada ha cambiado, que aun estoy dispuesta a entregar todo lo que poseo a cambio de un eterno segundo contigo, que no importa nada más, solo que sigamos existiendo los dos. Te beso con más deseo que el anterior mientras incrusto mis dedos en tu nuca para no dejar de besarte jamás, cierro los ojos mientras te beso y comienzo a memorizar cada línea que define tu rostro entre mis manos, para luego seguir con tu espalda, tus hombros y tu vientre, y por primera vez en mucho tiempo, mas bien desde el último encuentro me siento completa, porque ahora se hizo presente eso que me faltaba, ahora te tengo a ti, pero se que solo debo esperar la señal que me diga que, por motivos que ninguno puede manejar, debo partir y así desvanecerme en mi propia reverencia. Con tu aroma impregnado en cada cabello y cada poro de mi piel como única evidencia de que esto, que llevo dentro, es real y que tu continuas bajo mi piel. Esperando ansiosa el próximo encuentro, sabiendo que no se realizará hasta lo que parecerán siglos después. Sabiendo que no importa cuando deba esperar, pues lo haré.

Melody...

La boca


Sofia despertó a las 8:30 am, comenzaba su día, qué días los de ella en esa oficina, ese espacio reducido en letras, estrés, trabajo y monotonía. Comienza el día lunes, sale de su cama y parte a tomar una ducha breve muy breve, toma su toalla y con sus dedos, roza cada parte de su cuerpo,
frotando lentamente cada rincón de el, en solo 5 segundos reconoció su infinita soledad. En su cocina guardaba los aromas más rico, se acercó y la cafetera estaba lista, el olor a cafe le recordó
unas pasiones pasadas, al terminar su cafe, tomó sus cosas y partió a aquella maldita oficina, que hace ya 10 años era toda su vida. Terminó su maldito trabajo, y al terminar dió su mejor suspiro, acabó el día, qué más quedaba por hacer, partió a aquella biblioteca, que desde la universidad visitaba, le encantaba porque sus mejores recuerdos fueron ahí, donde aprendió, donde creció,
sus ideas de libertad, independencia, orgullo, entre otras se desarrollaron, pero eso ya finalizo, a pesar que continuaba estudiando todo lo que a su alcance estuviera, tomo asiento y vió a los jovenes que leían y estudiaban, vió la vida que los acompañaba, y la vida que un día ella tuvo también, ahora solo tenía conocimiento, pero su práctica estaba lejos de ser desarrollada. Continuó su lectura, de pronto un hombre se acercó y le dijó a su oído, la poesía de Huidobro hace estremecer mi cuerpo, ella sonrojó al instante, esa voz, el calor de su boca en su oído, ella aceleró su respiración, una energía un calor se apoderó de cada rincon de su cuerpo, levantó la mirada y se presentó, él sonría con mucha confianza, mientras que a Sofia la consumía el miedo, luego miró sus ojos, ojos hermosos, de largas pestañas, de color marron, de pronto el celular de Sofía sonó,
interrumpida contesto muy molesta, al terminar se dió vuelta, pero él ya no estaba, ella sintió un vacío, por un momento encontró un color, que tan solo en dos minutos desapareció.

Sofía partió a la oficina al otro día, buscando una razón para entender lo que sintió la noche anterior, en aquella biblioteca, ese hombre, esa boca en forma de naranja, de color frutilla,
y de olor a cafe, no podía seguir en esa oficina, con desesperación volvió a la biblioteca, espero
horas y horas, y él jamás apareció, Sofia desepcionada volvió a su departamento, vacío,
comenzo a escribir, ella amaba escribir, ahora tenía una razón para hacerlo, algo en su vida ocurrió y interrumpió tanta monotonía, en su cama se estremeció, su cuerpo acarició, pero nada
sirvió, nisiquiera la masturbación o uno de los tantos encuentros casuales, que constantemente
prácticaba, nada sirvió, ella necesitaba esa boca, ella la deseaba, entro en desesperación,
y su razón se acabó, sus esperanzas de verlo se habían ido, qué ocurrió para que el se fuera,
ese fastidioso celular, ella pensaba por qué lo conteste, no debí, maldito trabajo, y familia, qué monotonía la mía.


Pasaron 7 meses, Sofía retomó su monotona vida y siguió, ya no veía posibilidad de ver a ese hombre, como nunca, comenzó a revisar esas tantas invitaciones que ignoraba, era un viernes, aburrida de ir a esos bares y compartir con mismos tipos, vió que una de sus compañeras del pasado, era bailarina y le había enviado una invitacion para ir a ver danza, Sofía de curiosidad, y sin nada que hacer esa noche, partió, la función comenzó a las 8, ella muy despectiva. Comienza el espectaculo, ella miraba con mucha tranquilidad, entre los bailarines encontró a su compañera, otros tipos del ambiente, y de pronto vió a un hombre que se encontraba pintado de color azul, todo su cuerpo estaba pintado, solo su boca era roja, ella se dijó, esa boca yo la he visto, su corazón dió grandes impactos, era él, él, él, aquel que pensaba todas las noches cuando se tocaba
con tanto deseo, aquel que imaginaba al acostarse con otros, el destino responsable de este segundo encuentro, ella impaciente porque finalizará todo esto, para solo poder admirar unos segundos esos ojos, que la enamoraron, que la llenaron de esperanzas, de deseo, de desesperación, por fin él estaba ahí.

Finalizó todo, Sofia de inmediato se acercó a su compañera del pasado, le preguntó por este tipo,
Trinidad de inmediato, le dió la información, Sofía desesperada, sin verguenza, buscó la habitación donde él se encontraba, y llegó ahí estaba el lugar, cuando iba a golpear, se abrió la puerta, él al otro lado con esa hermosa sonrisa, miró a Sofía y dijo, sabía que este sería nuestro segundo encuentro, ella sin comprender aquellas palabras de ese hombre, adelante supongo que nuestro tercer encuentro será frente al espejo, ella paso sin habla, sonrojada, sin comprender que pasaba, era ella quien lo buscaba, y él parecia tener todo listo, qué ocurría. El muy seguro, se quitó la bata, estaba completamente desnudo, su cuerpo era hermoso, ligero, con una forma armoniosa, luego le dice a Sofía, lo quiero todo, tú dame todo, Sofía jamás podría haber negado aquello, que por meses soñó, inquieta y violenta, se acercó y lo beso, lo beso como jamás beso a otro, su lengua calida danzaba en su boca, y sus lenguas en un mar de saliva danzaron, toda la noche, con sus dedos dibujaron cada parte de sus cuerpos, cada uno con el calor de sus bocas recorrieron cada rincón del cuerpo del otro, se volvieron tan humanos, y a la vez se volvieron tan animales, mordieron cada carne del otro cada uno con su respiración al ritmo, ellos querían acabar con la ansiedad del otro que solo daba aumento una noche infinita de encuentros y desencuentros, sus dedos rozaron las piernas del otro, y su naríz formó el camino más delicioso qué un día él conoció... desnudos frente a ese espejo mezclaron sus cuerpos.




Patricia

miércoles, 10 de marzo de 2010

Camino

Un cigarro vacío

A lo largo del camino
he deshojado mis dedos

Y jamás mirar atras

Mi cabellera
y el humo de esta pipa

Aquella luz me conducía

Todos los pájaros sin alas
En mis hombros cantaron

Pero mi corazón fatigado
murió en el último nido

Llueve sobre el camino
y voy buscando el sitio
donde mis lágrimas han caído



Vicente Huidobro